Las Influencias invisibles de la pornificación de la sociedad: Sexualidad trastocada y futuras consecuencias.

Los datos muestran que el consumo de pornografía en padres de familia y en niños desde los 13 años, es más adictivo, incluso, que la heroína, volviéndolos más propensos a perder el dominio de sí mismos debido al daño que se produce en la unidad de control del cerebro. Se ven menoscabadas las actividades superiores del ser humano, con resultado de mayor ansiedad frente a la socialización, disminución en el nivel de energía, desensibilización y vergüenza que lleva a la autodestrucción, entre otros.