
Autor: Rosario Laris Ph.D., para ISFEM 2019
Relaciones sexuales, sexualidad y conductas sexuales son temas comunes que reiteradamente se tratan a través de los medios de comunicación impresos y electrónicos, sean noticias, contenidos de entretenimiento o publicidad. Cada quien interpreta lo relativo a la sexualidad conforme a su entender, su formación y sus propias experiencias, pero en muchos casos no se tiene conocimiento claro de su alcance. La sexualidad es un componente fundamental en el desarrollo de cada persona. Hablar de sexualidad puede ser delicado al considerarse un tema tabú, prohibido, del cual se habla sólo en ciertas ocasiones. En el opuesto, existen otras posiciones y ambientes –hoy en auge– donde llega a ser algo tan impersonal, que la dimensión sexual pierde todo el sentido y relevancia que posee. Sin embargo, la sexualidad es algo tan sustancial para el presente y futuro de cada persona que resulta encomiable tener acceso a información veraz y oportuna que ayude a comprender su belleza, implicaciones, complicidad y sus propios riesgos. Finalmente, darle un sentido trascendente a la sexualidad favorece el propósito de tomar decisiones correctas en el mediano y largo plazo, para lograr una vida plena. La sexualidad humana es una forma de expresión que involucra a la persona en su totalidad; es un elemento fundamental del ser humano. Se trata de una fuerza positiva y enriquecedora que constituye un aspecto de suma importancia en la vida de cada hombre y de cada mujer, que definirá rasgos de nuestro carácter y de nuestro sentir, pensar y actuar. En ella concurren componentes que van más allá de lo biológico o físico, pues comprende una faceta emocional, una intelectual y una espiritual, que la diferencian radicalmente de la conducta animal. Es un componente básico de la personalidad humana, de nuestra capacidad de comunicarnos, relacionarnos y vivir el amor humano, que se manifiesta en la reciprocidad y la complementariedad. Al percibir que la presencia de factores culturales y sociales influyen notablemente en las actitudes y conductas sexuales, el estudio y razonamiento de este tema se vuelve mucho más complejo. Reflexionar sobre la sexualidad humana en nuestro tiempo, implica necesariamente admitir que, frente a ésta existen numerosos problemas a los que se debe dar mejores respuestas. En los ámbitos científicos, culturales y sociales del siglo XXI se generan varias interrogantes en torno a este tema, tales como: ¿cuál es el mejor momento para iniciar la vida sexual?, ¿qué implicaciones corporales y emocionales puede tener la actividad sexual?, ¿cómo prevenir de manera eficaz las infecciones sexuales?, ¿qué efectos podría tener el uso de hormonas anticonceptivas?, ¿cómo prevenir el embarazo antes de tiempo?, ¿qué papel deben jugar los padres en la educación sexual de sus hijos?, ¿qué caracteriza al adolescente y cómo ayudarlo a tomar las mejores decisiones? y ¿cuál es el mejor modelo de convivencia familiar para lograr el mayor bienestar en los niños?, entre muchas otras. Este trabajo pretende complementar con datos científicos, la reflexión lógica sobre numerosos temas de actualidad ligados íntimamente a la sexualidad. Procura aportar al lector información que le permita, con una actitud reflexiva y crítica, interiorizar el valor de la sexualidad en su vida, comprender la visión del mundo actual en esta materia, aplicar los conocimientos para la adecuada formación de sus hijos y revalorizar el cuidado y respeto que el cuerpo humano merece en su totalidad.
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