Corría Febrero de 1973 y el gobierno de la Unidad Popular intentó aprobar su proyecto de Escuela Nacional Unificada -ENU-. Pretendían construir una sociedad socialista y para lograrlo necesitaban un sistema de educación diferente al que existía en el país, sin diferencias de clases sociales, que desarrollara al individuo y formara líderes, cosa opuesta al socialismo que querían imponer. Todos debían ser iguales, para que sobresalieran únicamente sus líderes políticos.
Querían convertir a los jóvenes en constructores de una «nueva sociedad revolucionaria» y para lograrlo, necesitaban cambiar los objetivos. El resultado fue un documento vago y muy peligroso, porque las palabras usadas podían interpretarse de diferentes maneras.
Buscaron la asfixia económica de los colegios particulares, impidiendo el alza de las colegiaturas y ajustando los costos y sueldos de los profesores. A los colegios particulares subvencionados, el Estado no les reajustaba las asignaciones, sin embargo estaban obligados a subir los sueldos. Así, con el aumento de los costos, venía la quiebra.
La ENU perseguía adoctrinar a los niños en una ideología socialista marxista con un sistema que se caracterizaba por no cuestionar el fondo de sus principios sino que directamente los imponía.El verdadero educador, en cambio, no impone sino que ayuda a los alumnos en la búsqueda de la verdad. Este sistema era el instrumento perfecto para convertir la educación en Chile en un instrumento al servicio de la ideología política.
El proyecto no consideraba dentro de su esquema educativo los valores espirituales, produciéndose con ello una fuerte reacción en contra por parte de la Iglesia Católica, las asociaciones de padres de familia, las federaciones de estudiantes y otras organizaciones educacionales para que fuera rechazado. Los jóvenes, valientemente, no aceptaron ser encasillados en sus mentes y no permitieron que el marxismo les quitara la libertad y los sometiera, como ha ocurrido en otros países.
La ENU era un proyecto:
– AUTORITARIO: Se imponía por la fuerza.
– SE IMPROVISABA: Se iba inventando a medida que iban ocurriendo las cosas.
– TENIA TRAMPAS: Se hablaba de «pluralismo» pero se animaba a «moldear» a las generaciones, se presentaba como «voluntario» pero en verdad era obligatorio.
Hacia agosto de 1973, el proyecto ENU seguía adelante pero no llegaba al Congreso para su discusión. Ello llevó a la Cámara de Diputados de la época a acusar al Presidente de la República de «grave quebrantamiento al orden constitucional y legal» esgrimiendo que se «había atentado contra la libertad de enseñanza».
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Fuentes: Diario El Mercurio, 2 de abril de 2023, Informe sobre la Escuela Nacional Unificada, publicado en el suplemento de la Revista de Educación del Ministerio de Educación, febrero 1973, párrafo 3.9.