La Ley Trans, recientemente aprobada en España, contribuye a desarrollar el “neolenguaje” de moda entre los círculos progresistas, que pretenden un cambio cultural drástico en la sociedad, partiendo por el lenguaje.
Ya no hay aborto, sino «interrupción voluntaria del embarazo», ya no hay eutanasia, sino «muerte digna», ya no hay vientres de alquiler, sino «maternidad subrogada». La guerra ideológica se inicia en la batalla del lenguaje.
La Ley, aprobada el jueves pasado en el Congreso de los Diputados, reforma la redacción del Código Civil e incluye una modificación en el lenguaje que usa el Código Civil que planea sustituir «madre», «padre», «mujer» u «hombre» por «personas», «progenitores» o «progenitor gestante».
Según los patrocinadores de la norma, el objetivo es fomentar un «lenguaje inclusivo» que use términos como «padre o progenitor no gestante», con el fin de incluir a «las parejas de mujeres y parejas de hombres cuando uno de los miembros sea un hombre trans con capacidad de gestar», en procedimientos como la filiación no matrimonial.
La reforma modificará el artículo del Código Civil español sobre «paternidad y la filiación», que actualmente establece que «El padre y la madre, aunque no ostenten la patria potestad, están obligados a velar por los hijos menores y a prestarles alimentos». El cambio lo dejará en: «Aunque no ostenten la patria potestad, ambos progenitores están obligados a velar por los hijos menores y a prestarles alimentos».
También habrá cambios en cómo se concibe el matrimonio. La redacción actual del Código es: «El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código». Cuando la Ley entre en vigor pasará a ser: «Toda persona tiene derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código».
Oxford y Cambridge, eliminan la palabra «hombre»:
La batalla por el lenguaje no solo se libra en España. Las universidades británicas del prestigioso grupo Russell, al que pertenecen Oxford, Cambridge, o el King’s College de Londres, se apuntan ahora al lenguaje coloquial. Como justificación, los directores académicos dicen que los modos de hablar cotidianos pueden contribuir a estigmatizar a ciertos colectivos.
El ejemplo más claro es el de «humanidad» («mankind»), que quieren sustituir por «humankind». El «hombre» separado de la «humanidad». Según el DRAE, «humano» es «Dicho de un ser: Que tiene naturaleza de hombre (‖ ser racional). U. t. c. s., frec. m. pl. para referirse al conjunto de los hombres». ¿y qué es el «hombre» según el diccionario?: «1. m. Ser animado racional, varón o mujer», en su primera acepción.
La caprichosa cruzada woke, la nueva forma de censura que se funda en lo políticamente correcto, incluso dispone de un manual de estilo, donde insta a evitar las «etiquetas generacionales» (boomers, millennials…), porque «pueden reforzar los estereotipos negativos, y los términos no se entienden fácilmente, especialmente por algunas audiencias internacionales».
Esto sucede, concretamente, en las Universidades de Bristol y de Nottingham, ambas pertenecientes al grupo Russell, las que consideran «fuera de lugar» expresiones como «punto ciego», «hacer oídos sordos» o «hacer la vista gorda» porque «asocian deficiencias con cosas negativas».
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Fuente: forumlibertas.com, 21 Febrero 2023